BIOGRAFÍA
Nacida en una familia de artistas, la pintura siempre ha estado presente en la vida de Cristina Grisar Brias (Madrid, 1982), como un lenguaje genético, y como parte sustancial del imaginario y la idiosincrasia de su mundo. La joyería, por otra parte, es un idioma más personal, aunque también muy primigenio en ella. Ya desde muy pequeña, todo tipo de indicios apuntaban a que se dedicaría a este oficio: “me pasaba horas hojeando revistas en busca de joyas, las que recortaba y atesoraba, o recolectando piedras: muchas las regalaba como tesoros; otras las guardaba como trofeos, para deleitarme mirándolas en secreto. Siempre se trató de un placer muy íntimo.”
Esta pasión surgió sobre todo en complicidad con su madre, Sylvia, pintora también. “Dotada de una astucia y sofisticación infinitas, al ver que yo me negaba a usar un delantal obligatorio sobre el uniforme del colegio, me cosió una constelación de cristales de varios colores por la parte de adentro, con lo que transformó un simple trozo de tela en un delantal mágico, cuyo secreto sólo conocíamos ella y yo: se veía normal, pero en realidad era extraordinario…” Esta transmutación de la materia, y la poesía inherente al gesto, son actitudes esenciales frente a la vida para Cristina, y que se tornaron componentes cardinales en su vocación.
En cada obra y pieza están presentes influencias multiculturales y multidisciplinares, atributos inherentes a su historia personal –vida y familia entre España, Chile y Filipinas– y su trasfondo académico y profesional en Literatura, Periodismo y Diseño, y formación en Pintura, Escultura y Joyería, entre otras muchas áreas de interés, lo que resulta en una gran versatilidad de expresión artística.
MANIFIESTO DE ARTISTA
Mi arte abarca múltiples formatos, que desde la pintura y la joyería como medios de expresión primordiales y espejados constantemente, se enriquece también con la alusión e inclusión de variadas derivaciones técnicas y disciplinas, como la fotografía artística, la escultura y el Land Art, entre otras en las que he incursionado.
Se trata de un lenguaje esencial y multidisciplinario a través del que vuelco mis pensamientos, inquietudes y emociones hacia el exterior, dando forma a paisajes mentales y construyendo nuevas geografías sugerentes, que van conformando y “habitando” mis creaciones, y que hablan acerca de una visión íntima de este y otros mundos… Siendo un compendio de cada cultura a la que he tenido la fortuna de verme expuesta, a partir de esta diversidad y mis experiencias, intereses y viajes, voy extrayendo conceptos, ideas y materiales que incluyo en mi trabajo, generando un universo artístico propio a partir de muchos territorios de diferente índole, con frecuentes referencias a la naturaleza, y dentro de ella, particularmente a lo orgánico, lo mineral, lo submarino y lo cósmico.
De esta manera, mi proceso creativo está imbuido de una actitud integral de gran libertad, que responde a una postura creativa de experimentación desinhibida, donde la sensorialidad y sensualidad son elementos distintivos, por lo que existe una permanente investigación y búsqueda de nuevos materiales y soluciones que reporten diferentes cualidades de la materia: texturas, transparencias, colores, luces... Buscando generar nuevos imaginarios y formular nuevas definiciones de belleza.
El “concepto de joya” es un elemento primordial para comprender mi obra, inherentemente ligado al carácter mágico y metafísico que adquiere un determinado objeto –ya se trate de un cuadro o de una joya propiamente– tras un proceso alquímico en su concepción donde se transforma la materia en una entidad preciosa, vivificada y significativa. De lo inmaterial a lo físico, que a su vez trasciende la materialidad y la eleva hacia esferas más altas e íntimas: el espíritu. Invitando a sentir y soñar; a sintonizar, desde lo sensible, con un atisbo de la inmensidad.
“Y por sobre todo, contempla con ojos centelleantes todo el mundo a tu alrededor,
pues los más grandes secretos están siempre ocultos en los lugares más inverosímiles.
Quienes no crean en la magia nunca la encontrarán."
_Roald Dahl, The Minpins.